En muchas ocasiones es
infravalorada el efecto de una recuperación completa para el próximo partido,
como entrenadores vemos tan lejos la próxima competencia(o a veces tan cerca),
que en ocasiones descuidamos las cargas, las cargas en un sentido más amplio
que el simple trabajo del musculo.
Las cargas más bien como un todo, así
como el mismo fenómeno del fútbol, las cargas deben ser tomadas en cuenta
musculo-mente, el esfuerzo mental que requiere la toma de decisiones constantes
en un partido de fútbol es mucho más fuerte y extenuante que los esfuerzos a
nivel físico, sin embargo ambos coexisten en un mismo tiempo, ambos generan
desequilibrios que el futbolista como un todo (cuerpo y mente) debe equilibrar.
A mi entender ambas se pueden
considerar de forma conjunta como la fatiga táctica, se podría entender que es
“el cansancio por tanto pensar”, pero como ambos desgastes el físico y el
mental se realizan al mismo tiempo podrían decirse que ambas inciden, bajo una subdinámicas
de recuperación activa, se deben tomar en consideración ciertos factores:
·
Que no se está plenamente recuperado
·
En otras literaturas como el libro “porque tantas
victorias?”, se menciona que muchas veces 3 días después del partido no se está
aun plenamente recuperado
·
El objetivo de esta es poner en óptimas condiciones al
futbolista para un proceso adquisitivo “para seguir reforzando nuestra forma de
jugar”
·
Esa óptima condición solo se logra respetando ciertos
patrones todas las semanas de entrenamiento y características de esta subdinámicas.
·
Baja intensidad, baja tensión, baja duración y baja
velocidad pueden ser características de este entrenamiento.
·
Debe evitarse a toda costa la “fatiga táctica”, puede
ser por medio de repeticiones de muy corta duración o facilitando la situación,
jugando con número de rivales, reglas de provocación, espacios, comodines, etc.
Para ello incluso la duración del
entrenamiento puede ser menor, la complejidad debe serlo, sin desintegrar “la
naturaleza propia del juego”, ósea sin disociar defensa de ataque y sus
transiciones, formular ejercicios que sean propios de nuestro modelo sin
menoscabo de la naturaleza del juego y evitando el desgaste, procurando
mantener dinámicas bajas y poco desgaste táctico, es un reto complicado, sobre
todo para los entrenadores a los que nos gusta trabajar en intensidades altas.
Por ello es fundamental recordar
que todos los entrenos deben ser a tope en cuanto a intensidad táctica se
refiere, máxima intensidad de la situación propia, la cual ya manipulamos para
lograr mantenerla en las dinámicas y subdinámicas que buscamos, recordemos que
intensidad táctica es complejidad no derroche de energía por gusto.
Ariel Salvador
D.T. NIVEL 3
FEDEFUT Guatemala.
Es muy cierto el desconocimiento del manejo de las cargas y volumen de trabajo previo a los encuentros son contradictorios en el resultado y de ello nace la deserción del joven...
ResponderBorrarmuchas gracias por comentar, estoy completamente de acuerdo, la desersion pasa a veces, porque nosotros de entrenadores no sabemos dejar de meter el acelerador
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